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Chiang Mai y yo capítulo

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Wat Chedi Luang

Hola un día más viajer@s!

Hoy te traigo el primero de dos capítulos que narran mi propia experiencia en Chiang Mai. A modo de resumen, y para no entretenerte demasiado, decidimos venir a conocer esta ciudad por algo más de dos meses ya que después de mucho investigar, todo el mundo hablaba maravillas de ella. Teníamos muy claro que queríamos viajar a Tailandia y visitar sus principales ciudades para tener una primera toma de contacto. Después, consideramos la idea de asentarnos durante un corto tiempo en alguna de sus ciudades así que, todo parecía apuntar a que Chiang Mai iba a ser la ciudad elegida donde establecernos por una temporada. No nos equivocamos, esta ciudad nos ha robado un pedazo de corazoncito desde el principio.

Mi llegada a Chiang Mai

Cuando llegamos a Chiang Mai el 22 de noviembre por la noche, nos alojamos en un Airbnb durante cuatro días y la verdad es que parecía que estaba muy bien. Cuando me levanté a la mañana siguiente, cogí el bizcocho de chocolate que había abierto la noche anterior y al cortar un pedazo me encontré que estaba invadido de hormigas. Corrí a la cocina a tirarlo y me topé con el resto de la tropa: sus amigas, familiares y conocidas paseando por las baldosas, rincones y armarios de la cocina.

Tras este pequeño incidente, empezamos nuestra búsqueda de piso ya que solamente teníamos tres días más para mudarnos. Aquí a los bloques de pisos se les conoce también como condo o condominium. Algunas de las ventajas de vivir en un condo es que las instalaciones están muy bien. Seguridad 24 horas, zonas con Wi-Fi, gimnasio, áreas comunes de descanso o incluso biblioteca y lo mejor de todo, una piscina para combatir el sol de Tailandia.

La aventura de buscar casa

Para ser sinceros, no teníamos mucha idea de la distribución urbanística de la ciudad. Sabíamos que había una zona con restos de la antigua muralla en forma de cuadrado que albergaba la zona más animada de la ciudad y que los llamados “nómadas digitales” solían quedarse por Nimman Road y algunas de las calles adyacentes a la carretera Huaykaew.

Pronto, algunas dificultades se presentaron. Para empezar, estábamos en temporada alta de vacaciones ya que además coincidía con fechas navideñas. Segundo, la zona es muy demandada por estudiantes y tercero, nosotros estábamos buscando algo más parecido a un hogar que a una habitación de hotel.

Empezamos a recorrer las calles, callejuelas, avenidas, paseos, cruzar a un lado, a otro, volver a cruzar y cruzar de nuevo. Pudimos visitar con suerte algunos apartamentos que nos dejaron maravillados y otros que nos dejaron horrorizados. Tengo que decir que todas y cada una de las personas encargadas de la gestión de los condos fueron muy amables y nos permitieron visitar al momento los apartamentos disponibles para alquilar. Algo impensable en España o Australia donde tienes que pedir cita para todo.

El hecho de que nuestra estancia en Chiang Mai fuera menos de seis meses, hizo que tacháramos unos cuantos pisos de nuestra lista ya que seis meses era el contrato mínimo establecido en varios condos. También descartamos otras opciones debido a que estaban construyendo viviendas justo al lado y el ruido era ensordecedor y otros, porque parecía que bajo la cama se escondía toda una fauna.

Tomar una decisión cuesta

En nuestro caso, el plan era estar dos meses así que nuestras posibilidades después de todo, se redujeron únicamente a dos. La primera opción era un estudio en una planta baja en The Nimmana por 15.000 Bahts al mes (sólo la renta sin contar otros gastos) que equivalen a 383.95 €. La segunda opción que se nos iba un poco del presupuesto, era un apartamento de una habitación en el sexto piso en The Play Condominium por 22.000 Baths (sólo la renta sin contar otros gastos) que son 563.46 €. Entre un sitio y otro hay solamente 10 minutos andando y ambos están situados en las inmediaciones de Nimmana Haeminda Road que es una de las calles más animadas y turísticas de Chiang Mai y según Pablo, el amigo que conocí en esta aventura, también pija.

Dentro de nuestras valoraciones generales que hacemos a la hora de alquilar un sitio suelen estar siempre: limpieza, seguridad, supermercados cerca, transporte público en las inmediaciones, buena localización, opciones de comida cercana, fácil acceso al aeropuerto y si es posible, algunas instalaciones como una piscina (en países de mucho calor como es el caso) y gimnasio porque yo hago ejercicio.

Ambos condos cumplían nuestros requisitos pero The Nimmana tenía lugares de comida local más cercanos como para ir andando y además era algo más barato. Así pues, nos aceptaron un contrato de dos meses en un estudio en la planta baja de 33.51mcon lavadora, una cocina equipada con frigorífico, microondas, cafetera, tetera, aire acondicionado, ventilador y balcón pero sin placas de inducción.

Nosotros compramos un hornillo como los de camping para cocinar cosas fáciles como huevos, legumbres en latas o freír por encima algunas verduras pero la mayoría de los días acabamos comiendo fuera. Lo bueno es que en nuestro penúltimo día, pudimos venderlo junto con la cacerola y sartenes que compramos en una página de segunda mano de Chiang Mai y recuperamos algo de dinero.

The Nimmana Chiang Mai

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The Nimmana Chiang Mai

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Las ventajas de vivir en un condo

Uno de los puntos fuertes de esta residencia de apartamentos es sin duda la seguridad. Justo en la entrada del complejo hay una garita donde trabajan de normal dos o tres vigilantes de seguridad las 24 horas. Además, en uno de los lobbies, hay una oficina bastante grande donde un equipo se encarga también de ver las cámaras.

Por si esto fuera poco, la entrada al correspondiente bloque ya que hay tres: A, B Y C y al propio apartamento se hace a través de tu tarjeta adjudicada que debes de pasar sobre un lector de tarjeta mecánico situado en la pared al lado de cada puerta. Es decir, cada residente tiene su propia tarjeta con la que abre las puertas de acceso al bloque y apartamento correspondientes. Pero es que además, un residente cuya tarjeta es del bloque por poner un ejemplo, A no puede usar el ascensor del bloque B o C y viceversa en todas las probabilidades. Lo sé por experiencia, me quedé atrapada en un ascensor.

Momento anécdota. Mi suegra vino a pasar navidades con nosotros a Chiang Mai durante dos semanas y tuvo la suerte de encontrar un apartamento en el mismo lugar que nosotros. Tras ir a recogerla al aeropuerto, nos dirigimos hacia su piso que estaba en el bloque B.  Por si no lo he comentado antes, nuestro estudio estaba en el bloque C y por lo que comentaba unas líneas más arriba, por motivos de seguridad, no puedes usar la misma tarjeta para los distintos bloques.

Yo todo esto evidentemente lo desconocía hasta que me pasó. Después de reunirnos con el dueño del piso para que le diera la tarjeta a mi suegra, ya por fin subimos al piso a dejar las pesadas maletas y unos minutos más tarde, decidí volver a mi apartamento a coger unas cosas. Cuando entré en el ascensor como es normal, pulsé el botón G y pasé mi tarjeta por el lector electrónico que había al lado del panel con los números de los pisos. Cuando llegué a la planta baja las puertas no se abrieron.

¿Tienes claustrofobia?, ¿Pesadillas con quedarte encerrada en un ascensor?, ¿Crees que el ascensor se va a descolgar y que la muerte va a ser súbita?, ¿Te dejas la voz pidiendo ayuda pero nadie te escucha?, ¿De repente las luces se apagan también y no puedes salir?, ¿Piensas que estás atrapada entre dos pisos y no sabes ni cómo vas a saltar?, ¿Que encima para más inri se cuelan mil arañas? Bueno vale, lo último quizá no, pero es que también tengo pánico a eso!! Si tu respuesta a todo lo demás ha sido sí, entonces entenderás el agobio que pasé. Además no tenía mi móvil operativo porque mi tarjeta SIM de Tailandia se había caducado.

Como en las películas, apreté el temido botón, el que tiene una campana, más comúnmente conocido como el botón de emergencia y lo pulsé varias veces como si me fueran a dar un premio por ello. Al instante, escuché una voz al otro lado, mi salvación!

Unos segundos después, unos chicos muy amables me abrieron la puerta que al parecer se había bloqueado debido a que mi tarjeta, la llave que me da acceso a mi apartamento situado en el bloque C, no corresponde con el bloque en el que me encontraba, B.

Las conclusiones que saqué de esta experiencia fueron varias. Una de mis peores pesadillas se cumplió y no fue tan mala, podría haber sido peor y haber terminado comida por arañas gigantes. Dos, no es mala idea ir a recargar tu SIM en vez de dejarlo en tu lista interminable de “para luego”. Tres, no grites a través del altavoz de auxilio porque te van a escuchar igualmente si les hablas.

Otros aspectos positivos de este complejo es que hay varias áreas comunes muy espaciosas y puedes además usar el Wi-Fi en ellas. El gimnasio está bastante bien aunque como siempre, como en todos los gimnasios, hay una máquina de correr que no funciona y le ponen un letrero de: “out of order” el cual lleva colgado igual desde que salió de fábrica y nunca arreglan. La piscina es grande ,genial para nadar y al final hay una pequeña zona con chorros para relajarte después de un duro día viendo series en Netflix.

El personal es muy amable y el complejo está muy bien cuidado siempre he visto personas regando el césped, cortando maleza del jardín o limpiando la piscina y zonas comunes.

La localización del edificio está bastante bien porque hay supermercados muy cerca. Para pequeñas compras podéis ir a Tesco que está andando a cinco minutos y hay varios 7-Eleven también andando la misma distancia. Para compras más grandes o simplemente a modo de ocio, tenéis el centro comercial Maya caminando a diez minutos. En Maya podéis disfrutar  de muchos restaurantes, ir de compras, ver una peli en el cine, comprar vuestra tarjeta SIM en Truemove, ir al supermercado de la planta baja o trabajar con el portátil en su co-working space.

El peor aspecto negativo de nuestra elección

No sería justa y sincera si no dijera también los aspectos negativos de mi experiencia. Me quedé bastante sorprendida de que el estudio no tuviera un aspirador. Lo único que teníamos en el balcón era una escoba de 70 centímetros de Minnie Mouse y un recogedor aún más pequeño que el primer día de uso se me rompió. Empecé a dudar si era un kit de juguete o es que los anteriores inquilinos habían limpiado mucho. Otro aspecto que no me hizo especial ilusión y al parecer es algo bastante común, son los olores que desprenden las tuberías del baño. Lo último que me decepcionó y por lo que sinceramente no volvería a vivir en esta zona en general, es el ruido de los aviones.

El aeropuerto de Chiang Mai está literalmente a 20 minutos en coche de la turística zona de Nimmana Haeminda Road y por ende, de nuestro estudio. Los aviones se escuchan bastante desde que empiezan a las 6:00 AM hasta los últimos que llegan a pasar a la 1:00 AM. La localización de nuestro estudio queda en una esquina del bloque C y justo delante está una de las fachadas del bloque B. Esto hace que nuestro estudio estuviera como en una cueva y se creara un eco bastante molesto debido al ruido. Los aviones despegan con bastante frecuencia y desde la piscina los ves pasar por tu cabeza. Confieso que soy de sueño ligero pero tras conocer la parte de la ciudad dentro de la muralla y teniendo en cuenta el molesto ruido de los aviones, no volvería a elegir Nimmana Haeminda Road para hospedarme.

Los mejores restaurantes de la zona

Dicho esto, si estáis pensando en instalaros en esta zona os quiero mostrar algunos de mis restaurantes locales preferidos. Los tres primero se encuentran en la calle Su Thep, Mueang Chiang Mai District pero también los podéis buscar en Maps.

  1. Burmese Restaurant: En este restaurante puedes degustar comida tailandesa y birmana. La especialidad de este lugar es tea leaf salad y eggplants cocinadas pero la variedad en este lugar es enorme ya que hay un menú distinto para las distintas gastronomías.
  2. J Yai Organic Vegetables: El pad thai que hacen está muy bueno y las verduras también.
  3. El restaurante que hace esquina que venden piezas de pollo: No he conseguido descifrar el nombre aún pero es el primer restaurante haciendo esquina en la calle con un toldo azul. Os aconsejo que pidáis la pieza sin hueso a ser posible pechuga y que os aseguréis de que la acaban de cocinar y está caliente porque en un par de ocasiones me han vendido la comida fría.
  4. Chern Doi Roast Chicken: Este restaurante se encuentra muy cerca de la calle principal y como el propio nombre indica, su especialidad entre otras cosas es roasted chicken con stiky rice. También te recomiendo la ensalada de papaya y pepino picante para acompañar este plato si es que te gusta la sensación de que te arda la boca un poco.

Espero que mi experiencia te haya dado una pequeña pincelada sobre qué te vas a encontrar en este lugar si es que estás pensando en pasar unos días, semanas o meses en Chiang Mai.

En el siguiente post te voy a contar qué es lo que más me ha gustado de esta viaje por el norte de Tailandia.

Si tienes alguna duda por favor, no dudes en escribirme y estaré encantada de ayudarte.

Hasta la próxima familia!

 

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